top of page

EL BALON Y LA PELOTA

 

Este cuento se me ocurrió escribirlo con motivo del mundial de fútbol, invitando a ciertas reflexiones:

-Hola -tecleó el balón-.

 

-Hola -escribió la pelota al otro lado de Internet.

 

El balón acababa de conectarse al chat desde uno de los computadores de la FIFA luego de saltar desde una vitrina donde permanecía exhibido en vísperas del Campeonato Mundial de Fútbol.

 

Los últimos días habían sido de mucho ajetreo en reuniones a las que lo habían llevado en las oficinas de los patrocinadores, ruedas de prensa, sorteos y demás ceremonias oficiales, como era la rutina previa a la máxima cita futbolera del orbe.

 

-De dónde eres? -preguntó el balón-.

 

-Soy de todo el mundo!

 

-De todo el mundo? No entiendo. Yo por ejemplo soy el Balón Oficial y conmigo se juega el Campeonato Mundial en la sede del evento este año.

 

-Pues verás, yo estoy en todo el mundo, porque conmigo juegan en las calles de los barrios, en las escuelas, en los paseos, al aire libre, bajo techo…

 

-Para! Seguramente estás en todas partes pero yo tengo el honor de que conmigo han jugado las figuras de todos los tiempos: Pelé, Beckenbauer, Di Stéfano, Messi, Maradona…

 

-Y eso te parece mucha cosa? Te parece poco haber servido para el entretenimiento de negros, blancos y amarillos? Conmigo han jugado en los cinco continentes. Incluso antes de que las estrellas que mencionaste jugaran contigo, lo hicieron conmigo cuando aún no eran famosos.

 

En el sencillo Café-Internet, desde el que chateaba la pelota, su computador ya estaba rodeado de los curiosos que media hora antes estuvieron jugando con ella y ahora estaban siguiendo el diálogo con interés creciente.

 

Uno de ellos le dijo:

 

-Escríbele que yo juego pelota desde que aprendí a caminar y gracias a ti, hoy he llegado a las divisiones inferiores y espero en poco tiempo jugar en la liga profesional.

 

Otro  agregó:

 

-Algún día yo jugaré en un mundial y cada patada que le dé a ese balón me traerá a la mente los bellos recuerdos de haber jugado contigo.

 

-En el mundial patean con botines mientras nosotros te acariciamos con nuestros pies descalzos, nos hacemos “pasito” como los verdaderos amigos.

 

-Qué te ocurre? Estás aún ahí? -pudieron leer todos en la pantalla-.

 

-Sí. Lo que pasa es que estoy con mis amigos –contestó la pelota.

 

-Quiénes son?

 

-Los aficionados, los muchachos del barrio, los que juegan conmigo.

 

-Ahh! Como te decía conmigo también juegan, pero los de la élite.

 

-Y te quieren?

 

El balón no contestó.

 

-Que si te quieren –volvió a escribir la pelota-.

 

La pantalla siguió en blanco.

 

-Te fuiste?

 

-No. Aquí estoy.

 

-Y por qué no respondes? Te pregunté si te quieren esos privilegiados que juegan contigo

 

-No te he contestado porque me has puesto a pensar, y realmente creo que muchos no me quieren.

 

-Y entonces?

 

-Creo que yo sólo soy para ellos un medio para aumentar su fama y reconocimiento. Si acaso me quieren no es a mí propiamente sino a mi réplica en oro destinada a los campeones. En cambio tú, a la vez que eres amada, también eres libre, no tienes horarios, juegan contigo en cualquier sitio. A mí no solo no me quieren, sino que tengo una vida programada. Mientras tu vives la esencia del fútbol, yo estoy enmarcado en el deber ser, estoy atado a las reglas, y mi razón de ser es solamente facilitar la mejor patada.

 

-Lo siento.

 

-No te preocupes.

 

-A mi me entristecía ser en unas ocasiones de caucho, en otras de trapo, algunas veces de cuero con descosidos y remiendos y anhelaba ser de fibras sintéticas como tu, la esfera perfecta, brillante, liviano, impermeable, indeformable, con chip incorporado…

 

-Olvídate de eso. Ahora soy yo quien desea tu suerte. Cambiaría todas la cámaras de televisión, las gramas sintéticas, los cocteles, las urnas de cristal, los salones elegantes, los flashes de los fotógrafos, por disfrutar el cariño de tus amigos y contribuir a alimentar su ilusión de triunfo, incluso ayudar a que se formen como personas.

 

-El hecho es -escribió la pelota- que todos tenemos un papel y todos los papeles son importantes. Tú representas la ilusión de triunfo de mis amigos y yo el camino para obtener ese éxito.

 

-Así es. Me haces sentir un poco mejor y creo que…

 

En ese momento se cayó la comunicación y la pantalla quedó completamente negra.

 

-Muchachos –dijo uno de los presentes- vamos a lo que nos gusta, traigan la pelota y vamos a jugar un partido.

 

Al día siguiente durante el primer encuentro del Mundial, uno de los jugadores le dio una patada tan fuerte al balón que este salió de la cancha y fue a parar a las graderías donde lo atrapó un joven aficionado, casualmente uno de los muchachos que el día anterior habían asistido al Chat con la pelota y sus amigos.

 

-Psssst –le susurró el balón-, no me tienes que devolver a la cancha. Llévame con tu gente que quiero ser como tu amiga. Ya sé que dentro de un tiempo estaré deteriorado en mi exterior y ya no seré el balón de hoy,  pero me sentiré orgulloso y pleno de haber dejado de ser este magnífico balón, para continuar mis días con la emoción de ser la pelota del barrio.

Estas palabras las preparé para leerlas a mi hermano Orlando en su lecho de muerte una semana antes de su deceso y así lo hice.

Luego las leí durante su sepelio en la Basílica Menor de Salamina.

Él nació en Noviembre 19 de 1956 y murió en Julio 4 de 2005 de Cancer:

EMPACANDO LA MALETA

Aunque nunca sabemos en que momento lo tendremos que hacer (y podría arrancar yo primero), usted parece estar próximo a emprender un viaje.

Un viaje muy especial.

El último viaje.

El viaje que todos tendremos que hacer.

Quizás usted va a arrancar antes.

Como siempre... de afán para viajar!

Con la diferencia de que de este no va a regresar. Allá nos esperará.

 

Orlando, déjeme ayudarle un poco a preparar la maleta.

Mientras la buscamos, bien bonita como la que le dio Julián David, recordemos que se trata solo de un viaje, el viaje a pasar la segunda parte de la existencia que es eterna, pues ya termina aquí la primera.

Y para que esa segunda parte sea muy buena, debemos llevar en la maleta las mejores cosas de la primera para mostrarle a Dios lo que hemos hecho con la vida que nos ha prestado.

Por fortuna usted tiene mucho para empacar.

Procuremos hacerlo ordenadamente como siempre la ha gustado.

Hagamos montoncitos... le parece bien por colores? O por tamaños, o que combinen como en su closet? En fin empecemos:

 

Hagamos un paquetico con lo hecho por los amigos.

Pongamos primero los oportunos consejos que les dio cuando necesitaron su opinión en alguna situación, seguramente pudieron evitar muchos errores porque usted les hizo caer en cuenta a tiempo.

 

Recuerda por ejemplo cuando a uno de ellos lo iban a engañar con una chatarra de carro carísimo y usted intervino a tiempo para evitar que le quitaran una plata importante.

Cumplirles los compromisos les ayudó a cumplir también los de ellos.

Porque es claro que usted cumplió siempre, sin demoras, sin trampas, a veces perdiendo dinero para hacer valer su palabra, y obvio, exigiendo que también le cumplieran, aunque a veces no haya recibido la misma reciprocidad.

Desvarar a alguien, ayudarle a arreglar una bicicleta, colaborarle con un apero para el caballo, son cosas que podemos ir arrimando para completar el primer montón en la maleta.

 

Pasemos al montón de los hermanos.

Mientras lo organizamos, pensemos en lo bueno que ha sido Dios al enviarle una enfermedad que le diera tiempo de hacer esta maleta bien hecha, y no llevárselo cogiéndolo desprevenido, repentinamente, sin alcanzar a organizar sus cosas especialmente las espirituales.

Ya que le ha dado esta oportunidad hay que aprovecharla.

Es el momento de reflexionar sobre lo bueno para empacarlo y llevarlo a Su presencia, y sobre lo malo para arrepentirse pues El, que es infinitamente Justo y Misericordioso sabrá perdonar esas cosas que todos tenemos en el lado negativo.

 

Continuemos con el tema de los hermanos:

Siempre hemos podido contar con usted... desde niños.

Desde cuando teníamos riñas en el colegio y usted salía a defendernos.

Y luego cuando nos fuimos de Salamina y siempre contamos con su disponibilidad.

Cuando necesitamos plata ahí estuvo usted haciendo el esfuerzo que fuera necesario para ayudar a llevar las cargas que en algunos momentos han sido pesadas.

Su agudeza y conocimientos en los negocios siempre los ha puesto a nuestra disposición de tal manera que antes de cualquier compra o venta hemos recurrido a usted para que nos ayude a tomar la mejor opción.

Cuántos dolores de cabeza nos hemos evitado por atender sus opiniones!

Sus llamadas telefónicas para darnos apoyo en los momentos de crisis han sido ayuda invaluable.

Su disposición incondicional para contar con usted nos ha permitido actuar sintiendo que siempre ha habido una reserva lista para respaldarnos en cualquier momento.

 

Mientras hacemos otro paquetico con las cosas relativas a Horacio y Bertha, aprovechemos para otra reflexión.

Muchas veces nos preguntamos por qué Dios envía sufrimientos unas veces y dispone otras veces de la vida de personas que son buenas mientras no les hace nada a los que consideramos malos.

Aquí puede hacerse una comparación entre nosotros y los animales.

Usted, por ser un ser superior a ellos, toma decisiones que podrían no parecer muy entendibles como puede ser pasar un caballo de un potrero a otro, cruzarlo con tal o cual yegua, vender determinado animal, escoger que res va para el matadero, en fin decidir a su libre albedrío sobre seres inferiores a usted, pero siempre con un propósito determinado.

Así mismo Dios, que es un ser superior a nosotros decide sobre nuestro destino y nuestra vida, sin que nosotros entendamos siempre los por qué.

Por tanto hay que entregarse a los designios de El, seguros de que siempre hay una razón Divina en la que debemos confiar.

 

En fin, volviendo a Horacio y Bertha... que mayor satisfacción para usted que haberles dedicado como lo ha hecho, su vida entera!

Y ni que hablar de la tranquilidad que nos ha brindado a Iván y a mi, el ver como se ha dedicado a ellos una vez que nos fuimos.

Que hay que hacer una vuelta, que hay que reparar algo, que hay que atender un requerimiento, que hay un problema en la finca, que una diligencia legal, que alguno está enfermo, que hay que llevarlos a otra ciudad, que hay que intervenir en un negocio, que un inquilino no ha pagado, que hay que coger una gotera en una casa, que el carro está fallando, que esto, que lo otro, en fin... todo ha sido Orlando para acá y Orlando para allá.

Y ni que decir de los aciagos días del incendio... desde despertarlos y avisarles que la casa estaba ardiendo y ayudar a salvar lo que se pudo, hasta posteriormente ser el apoyo en los meses que siguieron.

Y que tal su relación con Horacio!

Porque más que hijo, usted ha sido el confidente, el compañero... el amigo!

Y ahí está dicho todo!

 

Este paquete de Horacio y Berta es bien voluminoso y ocupa mucho espacio en la maleta, pero aún queda más por acomodar: El de sus hijos.

 

Lo que usted más ha querido, los pedazos de su vida que usted ha adorado, por quienes ha trabajado y luchado. La razón de ser de su esfuerzo.

Cuántos desvelos pero también cuántas satisfacciones!

Todo lo que les ha dado material y espiritualmente.

El consejo a tiempo, la preocupación en las noche de espera, la mano fuerte para enderezarlos en los momentos necesarios, el ejemplo del día a día, el mostrarles el camino para que sean gente buena, gente buena como ha sido usted.

 

Pero la labor de padre no termina.

Su entereza para enfrentar esta enfermedad, con seguridad les está ayudando a sus hijos a formarse.

Al ver su estoicismo en circunstancias tan difíciles están aprendiendo de usted.

Su admirable serenidad en estos momentos es una lección que ellos nunca van a olvidar (ni nosotros tampoco).

 

Por eso hasta el final usted tiene que seguir siendo el faro que les alumbre para seguir por el camino cuando usted no esté.

Estos últimos días serán una fuente de fortaleza en el futuro cuando ellos enfrenten las adversidades sin su presencia física pero sí con su presencia espiritual.

 

Aún queda un pequeño espacio en su maleta y es en él donde usted debe empacar sus perdones y reconciliaciones.

El acto más supremo del hombre es perdonar. Esta capacidad no se la ha dado Dios a ningún otro ser.

Cuando uno perdona, limpia su espíritu, se asemeja a Dios.

En este proceso usted se ha reconciliado con algunas personas (no muchas pues usted no ha sido un hombre de odios), pero seguramente aún le queda algo por hacer, por perdonar, por reconciliarse.

Hágalo y acabe de completar la maleta para que llegue con el mejor equipaje a la presencia de Dios.

 

Todas esta cosas que ha empacado serán su pasaporte para llegar a lado de Dios y continuar desde allá velando por Julián David y Natalia.

Aquí somos débiles y solo tenemos dos manos para trabajar por nuestros hijos, pero desde el cielo tenemos a Dios y Su Poder, para continuar velando por ellos.

Como hablamos hace unos días, un compañero de oficina me comentaba que desde que su papá se fue al cielo, ha seguido sintiendo su presencia ayudándole y reconfortándolo en todo tipo de dificultades y mostrándole el camino, además de solucionar problemas reales que ha tenido aquí en la tierra.

 

Alégrese de que ahora podrá ayudar más efectivamente aún a Julián David y Natalia.

 

Como seguramente tiene más cosas para empacar que yo no conozco, lo dejo para que reflexione sobre ellas, y las acomode por los laditos de todo el maravilloso equipaje que ha podido hacer como fruto de toda una vida bien vivida.

 

Buen viaje hermano!

 

Lleva buena maleta!

Edgar Hoyos Alzate

Estas palabras las preparé luego de la muerte de mi papá, durante la noche del velorio, para leerlas al día siguiente en su funeral en la Basílica de Salamina.

Nació el 20 de Octubre de 1923 y murió el 22 de Agosto de 2014

DESPEDIDA A HORACIO

 

Usualmente las despedidas son tristes y la muerte es un momento de lágrimas y sollozos.

Sin embargo este es un momento muy especial de agradecimiento con Dios y alegría en nuestros corazones.

Nos alegramos porque Dios le dio una larga vida a mi papá: más de 90 años.

Nos alegramos porque pudo hacerlo con intensidad todos esos años, permiténdole vivir como quiso.

Nos alegramos porque cuando recién casado se vino a vivir a Salamina, fue acogido como un hijo más de la ciudad.

Nos alegramos porque pudo disfrutar los caballos, su mayor hobby: Criarlos, negociarlos, cuidarlos y montarlos desde su juventud hasta muy avanzada edad.

Nos alegramos de que haya tenido la oportunidad, hoy escasa, de trabajar en lo que le gustaba: el comercio, pues Dios le facilitó iniciarse con un pequeño almacén, y le dio la visión para los negocios lo que le permitió una familia como solía decir, hijos de pobre pero levantados a toda leche.

Nos alegramos porque tuvimos un padre recto, justo en sus decisiones, que nos dio ejemplo de laboriosidad y que nos guió con mano firme pero músculo flexible para hacer de nosotros hombres de bien.

Nos alegramos por él que tuvo una esposa amorosa, acompañándolo en los momentos de bonanza pero también apoyo en los de adversidad.

Nos alegramos por su decisión y coraje para salir adelante en los momentos más difíciles como cuando, luego del incendio de sus propiedades, luchó con recursos escasos hasta reconstruirlas y sacar avante su proyecto de vida.

Nos alegramos de que muchos comerciantes ya desparecidos y otros hoy en plena actividad, puedan decir como nos lo dijeron algunos anoche en el velorio y en la mañana de hoy: Yo soy lo que soy en el comercio gracias a su papá, a sus acertadas enseñanzas y sus desinteresados consejos.

Nos alegra que hubiera tenido el talento, el oído y la facilidad para interpretar el acordeón, la organeta, la marimba y la dulzaina.

Nos alegramos de que hubiera tenido la entereza para superar la muerte de Orlando, a pesar de que era el hijo que a sus 82 años se había constituido en su mano derecha para todos los asuntos y la gran compañía para su vejez.

Nos alegramos de que en los últimos meses, cuando salía con dificultad a caminar, todos quienes lo veían por lo andenes o en el parque, estuvieran pendientes de ayudarlo a atravesar una calle, apoyarlo si estaba cansado, o ayudarlo a llegar a la casa y a subir las escalas, ya difíciles para él. Todos querían hacerle la vida lo más fácil posible.

Nos alegramos de que haya tenido una enfermedad corta y sin dolores, de no haberlo visto postrado en una cama con la piel maltratada y el cuerpo resquebrajado.

Nos alegramos de que su agonía haya sido rápida y con sus seres queridos al lado.

Nos alegramos de que hubiera muerto con la tranquilidad de que su tras su deceso no se van a desatar problemas ni luchas familiares.

Pero sobre todo, lo más importante, nos alegramos de que haya tenido tiempo para morir en paz con Dios, luego de recibir los sacramentos de la confesión y la unción de los enfermos, que en este momento le permiten estar disfrutando al lado de Dios.

Por eso y por mucho más no me entristece la muerte de mi papá. Por el contrario lo envidio: Envidio la intensidad con que vivió, envidio la tranquilidad con que murió y, sobre todo, envidio poder llegar finalmente al lado de Dios Padre.

Así pues este es un momento de alegría, un momento de paz infinita y un momento de agradecimiento a Dios.

Muchas gracias Señor porque le permitiste a mi papá terminar un camino bien recorrido y empezar ahora otro mejor.

Edgar Hoyos Alzate

Palabras en la inauguración de la Fábrica de confecciones 

El Cinco

 

 

Anoche no pudieron dormir bien, solo a raticos, despertaron varias veces en la noche 2.661.000 personas.

 

2.661.000 que desde hace un tiempo no tienen paz ni sosiego porque no saben de donde va a salir la plata para comer el día siguiente.

 

2.661.000 personas que han tenido que retirar sus hijos del colegio, o están atrasados en la cuota de vivienda, o con los servicios cortados, o lidiando con embargos, o con todos estos problemas juntos.

 

En fin, 2.661.000 desempleados.

 

Imagínense ustedes más de los habitantes que tiene Medellín (incluyendo desde los bebés hasta los ancianos), buscando un empleo que no llega.

 

2.661.000 hogares en dificultades.

 

2.661.000 problemas de autoestima.

 

Cuántos hijos de ellos creciendo en un ambiente de zozobra y de inseguridad que repercutirá más adelante negativamente en sus vidas.

 

Millones de gritos ahogados por la angustia.

 

Pues bien, este fue el cuadro que nos movió hace 3 años a los empleados de Interquim a hacer un esfuerzo significativo donando el 5% de nuestros salarios para contribuir a solucionar este problema.

 

Generosamente se fueron sumando otras personas, empresas, organizaciones e instituciones que no me atrevo a enumerar para no caer en odiosas omisiones, pero que han dado como resultado una chispa de esperanza como la que hoy tenemos frente a nosotros además de otros proyectos tanto en el campo de confecciones como en el sector agrícola.

 

23 chicas, cabeza de familia, desempleadas en ese momento, que creyeron en El Cinco a pesar del gran escepticismo que había en el ambiente, iniciaron labores hace algo más de 2 años con el objetivo de sacar adelante todo un proyecto de vida.

 

Hoy, el resultado está a la vista, casi 100 personas constituyen La Precooperativa Crear y Crecer en esta magnífica sede con todo un mundo de sueños por realizar.

 

Ralph Lauren, Diesel, Offcorss, Ragged, Náutica, por mencionar solo algunas marcas, están llevando a sus clientes los productos que estas niñas elaboran, más que como un simple trabajo, con el convencimiento de que con la dedicación y el amor que le ponen a su labor (porque aquí se le pone amor además de sudor), están construyendo el futuro para ellas y sus familias.

 

Y para nosotros, los donantes, ha sido la gran oportunidad de retribuir parte de lo que la vida nos ha dado: el privilegio de tener un empleo, la posibilidad de educar a nuestros hijos convenientemente, una vida sin sobresaltos.

 

Pero lo que es más importante: más que dar, estamos recibiendo.

 

Hoy nuestras vidas tienen un nuevo sentido, nos ha ayudado a concientizarnos de la importancia de construir un mundo más justo para nuestros hijos, la oportunidad de contribuir a hacer de Colombia un país cada vez mejor.

 

Hoy estamos recibiendo mucho más de lo que estamos dando, El Cinco ha llenado un vacío en nuestras vidas, El Cinco nos ha enseñado a mirar el mundo desde una nueva dimensión.

 

A las chicas que ayer nos dijeron gracias, hoy les digo yo a ellas, tomándome la vocería de los donantes, gracias por ayudarnos a ser cada vez más dignos de vivir en esta sociedad. De todo corazón Gracias,  Muchas Gracias.

Este artículo lo escribí cuando trabajaba en Interquim, para resaltar como nuestros productos estaban presentes en la vida diaria de las personas.

Un día con Interquim

Esta mañana al despertarme, descubrí, no sin cierta curiosidad, la diversidad de usos de los productos de Interquim.   Salté de mi cama fabricada con madera prensada a base de resina Interquím, a ducharme con agua tibia conducida por tubería aislada con cañuelas hechas con una de nuestras resinas.  Me sequé con una toalla fabricada en un telar cuya lanzadera fue tratada con polímeros Interquím y mientras me ponía una camisa de algodón cuya tela estuvo sometida a un proceso de apresto con nuestros productos observé el aro del sanitario que fue hecho con una de nuestras resinas. Me apliqué en la pierna un ungüento a base de salicilato de metilo -fabricado con metanol- para aliviar dolores musculares. Me vestí y  calcé unos zapatos de cuero en cuyo proceso de curtiembre se utilizó metanol, y además pegados con solución amarilla hecha con resina Interquím.

 

 

Luego, consumí el desayuno preparado en la cocina integral en fórmica fabricada con nuestra resina. Al salir de la casa percibí que la puerta  está hecha con resina Interquím. 

 

Tomé el automóvil equipado con un motor que funciona con una mezcla de combustible de 85% metanol y 15% de gasolina y cuyo fuerte múltiple fue construido en un proceso que utiliza polímero Interquím. Gran parte de la tornillería fue endurecida en un proceso de “cementado” con metanol; arranqué suavemente ayudado por la acción del disco del clutch construido con nuestra resina  fenólica  y  en  la primera  esquina pude evitar un accidente gracias a la efectividad de sus bandas y pastas de frenos producidos con la misma resina, justo en frente de un edificio en construcción que utilizaba formaletas hechas con nuestro polímero; pasé más adelante al lado de un almacén de aeromodelismo donde los pequeños motores funcionan con nuestro metanol.

 

Desde la autopista se veía el imponente techo de teja shingle elaborada con materias primas suministradas por nosotros y las paredes en maderas tratadas con nuestras resinas para resistir la intemperie.  Luego de entrar, subí por las escaleras hechas con vigas laminadas con nuestra resina MUF a mi fresca oficina aislada térmicamente con paneles hechos con resina a base de formol; por poco resbalo en el piso reluciente pulido por máquinas que utilizan piedras hechas con polímeros nuestros, y me senté frente a mi escritorio construido en plywood fabricado con resina ureica Interquím y recubierto con laca catalizada hecha con polímero nuestro luego de ser pulido con papel de lija elaborado con otra de nuestras resinas y a la luz de una lámpara con bombillos hechos con un cemento especial a base de nuestra resina fenólica, me enfrasqué en la lectura de un libro acerca del uso del formol en las faenas de pesca en alta mar, cuyas hojas fueron tratadas con un polímero Interquím para que se vieran más blancas y la carátula con otro polímero para que luciera mas brillante.

 

 

Mi secretaria acababa de arreglarse las uñas con una lima fabricada con nuestra resina. Sobre el archivador en cuya pintura se utilizó thinner hecho con metanol lucía un precioso ramo de claveles cultivados en terrenos tratados con formol, y cuyos tallos están asegurados firmemente

en una base de espuma especial hecha con materia prima Interquím. Un ave embalsamada con formol  adorna su mesa de recibo.

 

 

 

De media mañana me tomé un vaso de leche acompañado con banano proveniente de una plantación donde se usa formol en el proceso de corte y desinfección.

 

Luego estuve analizando en el papelógrafo de madeflex hecho con nuestros polímeros, unos afiches en papel brillante tratado con resina Interquím, impresos en equipos que luego fueron lavados con thinner fabricado con metanol.

 

 

 

Recibí en el aeropuerto al Ingeniero de un campo petrolero, que  utiliza en el proceso de extracción, carboximetilcelulosa hecha con metanol, quien llegó en un avión que usa metanol en sus turbinas durante el despegue y almorzamos rápidamente en un puesto de perros calientes donde los mantienen tibios con un reverbero de metanol, cuyo propietario echa la basura en una enorme bolsa de papel de las que se usan para empacar el cemento hecha con materias primas de Interquím.

 

  En la tarde llevé unas muestras a un cliente, que acababa de fumigar su oficina con insecticida producido con metanol, empacadas  en  una caja de cartón  fabricada con resinas Interquím y al pasar por una heladería me llamó la atención un letrero impreso en screen utilizando otra resina nuestra anunciando un nuevo y delicioso helado en cuya elaboración se utiliza estabilizador CMC fabricado usando metanol.

 

 

En la noche fui a cenar a un elegante restaurante junto a una fogata que fue encendida con pastillas hechas con polímero Interquím, donde utilizaban samovares alimentados con metanol para cocinar un suculento pollo en salsa, proveniente de un galpón desinfectado con formol, que fue despresado  en la cocina con un cuchillo de cacha de madera tratada con resina fenólica nuestra, previamente afilado en una piedra de amolar hecha también con nuestra resina y que después fue lavado como el resto de la loza con esponjillas de cocina producidas con polímeros Interquím.

 

Por todas estas razones decimos que Interquim esta presente en todos los días de nuestra vida, aunque deberíamos agregar que de nuestra muerte también pues los ataúdes se fabrican con tableros aglomerados y plywood hechos con nuestras resinas, además de que una buena dosis de formol nos acompañará a la última morada.

 

 

Qué opina?  

bottom of page